Por mi papa hubiera dado la vida, aun si cuando era chica no era el mejor papa del mundo. Pero era gracioso y me hacia reír, soy como el en carácter, pero jamás le hubiera dicho lo que el si. No lo hubiera pensado. Pensé que ese tipo de comentarios no lo decían los papas. Pensé que todo era felicidad; pensé.
Jamás lo perdonare, ese tipo de comentarios son los que retumban en la cabeza de uno siempre.
Ahora lo odio, no quiero saber mas de el, que conmigo no cuente mas.
No me duele lo de gorda, me duele que el lo haya dicho, que me haya apuñalado el corazon.
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